13 de noviembre de 2007


Mire atemorizado su cadáver, derramado en la nada, esperándome, lo cubría una oscuridad viril que retrocedía, ante un asomo de luz celestial, que lo invitaba a dejar el profano mundo. Sus labios carnosos carnosos carecían de seducción, destrozados por si misma, aniquilados y sangrantes, de la sangre que terminaba, mientras sus pupilas necrófitas se extendían más y más, destrozando la piel a fin de permitirles uír y acabar el martirio de sentirme viendo su cadáver. Un vientre destrozado me excitaba, cada órgano lastimado por mis golpes de erótica pasión sexual ahora me recriminaban sus cicatrices. Cada víscera podrida reverenciaba mi desprecio, mientras salían despaboridas del cuerpo de la avergonzada. el corazón estaba intacto, puro, sublime; casi tan provocador como su sexo que por una nueva vez me insitava hacerla mía.

Me resignaba ostentosamente y disponía mi ser a lamentarse, cuando una mariposa unicolor, alba, casta y cristalizada, apareció de la nada , dispuesta a recorrer mi cuerpo, posándose magicamente en el corazón salvado de ese cadáver de mujer ramera; fue terrible y erótico, abrumador y gatillante de fantasías. El corazón de aquel recuerdo, reacciono con aquel insecto. Comenzó una descomposición constante, ramas de pudrición salían desde las arterias, flores de materia germinaban a cada latido, haciendo de ella una naturaleza muerta y podrida . Un tallo destrozo su vid, extendiéndose entre su vientre penetrando su sexo, atravesando las piernas, quedando abiertas y sublimes en un altar de naturaleza podrida.

Ector Anavalón Surita
ARMANDRAGON

7 de noviembre de 2007


Sobre mi, respiraba ondamente,
el aire se escapaba de su placer, y yo la tomaba
entre la miseria que sostenia nuestros cuerpos.
Jamas vi ese rostro en ella.
placer, dolor, quizas indeferencia,
me miraba con ojos provocadores;
el peso de su vientre, ya
cansaba mi vientre.

Las gotas de sudor caían lentamente, desde la piel
de la amante, dificultuosamente se enfrentaba con los gemidos,
insesantes, imparables, eternos, a su piel llegaba una mezcla ambrosia
una hiel de amor, una droga de erotico odio por la multiplicidad de realidades,


lo miraba excitada, motivada por provocaciones
prohibidas, lo oculto de su viril respiración
hacía que me perdiera entre el mapa de su pecho.
Tanta fineza en mis manos, incrustadas como garras
en su pecho debil de hombre feroz.


El sol ardía absorto de indulgencia, sobre las ideas de aquel psicopata monotono.
Desmotivado quizas por costumbre, vagaba por entre los espacios vacios que debía disputar
con el conjunto de dementes, componentes de la sociedad. Las realidades
pasaban sin sentido junto a él, le guiñaba la existencia, inistándolo a liberarse, de tanta
onírica proyección mundana. Nada lo conmovia, nada lo motivaba, nada existía.

La naturaleza le prometía un nuevo despertar, solo luego de haber dormido un sueño de
instrospección indiferente. Estaba acosyumbrada a ser ignorada por los petalos de tantos ignorante altanero, que solo daba pasos para vivir.

solo la vi... y cuando me di cuenta que me había visto, lo recorde, seguía identico... estaba un poco mas blanca, o la recuerda tan ruborosa... aún me dolían las piernas, al ser cruzadas con su mirar... y el corozan me latía, me daba cuenta por que los rasjuños en mi pecho, hacian eco de mi latir.

No hablaron solo se desearon intespestuosmente...
Se desearon por presentimiento...
Se excitaron por costumbre...
El eyaculo un poco antes...
Ella presentía un placer constante...
Durmieron mas de lo acostumbrado...
El se fue...
Ella quedo respirando ondamente...
Agotada de hacer el amor...

Esta olvidada, y no la quiero nuevamente mordiendo mi entrepierna... y esos gritos masculinos, tanta virilidad para un cobarde precoz... te llamare cuando quiera... te llamare cuando quiera.

La real realidad, se encontraba en ellos, juntos mesclaban, los mundos, los tiempos y las posibilidades. Cuando sus miradas se cruzaron, existieron de verdad. un segundo de él despues, un centimetro de ella, despues, se encontraban recordando, la forma de olvidarse.

Ector Anavalon Surita
ARMANDRAGON

3 de noviembre de 2007

SIGUE TU CAMINO


Me volvía a tentar con su calor,
me miraba instigante, malévola, placentera.
Erótica me retaba a morderle los senos,
como quejandose de un placer fantastico,
solto un suspiro y cerro sus ojos,
cuando los abrió,
yo ya no estaba para ser su víctima.


Recuerdo claramente la expresión que tenía,
era triunfal y pesimista, como si su trofeo
estuviera sasonado con espigas de crucifixión,
pero estaba dispuesta a romper sus manos
por verme perdido entre sus labios.


Te devorará de nuevo, idiota,
no resistiras y sentirás sus dientes
masticándote como se le antoja,
desasiendote en fuegos ardientes,
te resignaras a ver como aloja
sus deseos en tu alma inherente,
forjando ansiosa
un sufrir permanente,
se sentirá orgullosa
al verme insano y dependiente
de una llamarada monstruosa
que me matara tiernamente,
mientras agoniso intespestuosa,
ruidosa y malevolamente.


Maldita perra
sigo pensando en tus mordidas
y me duelen tus heridas,
la sangre esta seca sobre mi piel
mezclada con tu hiel que me despellejó.

Me enamore de tu tierno odio.
Listo para olvidar cada recuerdo
que me amenace.


Recuerdo mi caminar desnudo, entre los petalos de la ignorancia cobijadora, tierna siempre dispuesta a mantenerme; recuerdo solapadamente mi caer arropado entre el bofetazo de los jazmines de la existencia y los claveles de la relatividad.


Ector Anavalon Surita
ARMANDRAGON





SUICIDO MENTAL EN LA ARENA

Inspirado por la arena y motivado por el sol
escribo insanas palabras para ti
dispuesto a traicionarte, como tu lo haces, y
a serte fiel, solo si eres infiel

Por que me llamo no lo se
por que en este justo momento de mi vida
tampoco lo se
no comprendo por q ahora si yo antes lo intente
en fin, nos veremos...



La milenaria constelacion de petalos rocosos, acariciava violentamente los andantes pies, que sosttenían el tosco cuerpo de aquel romantico psicopata. El soplido salado tallaba su terquedad, con cada suspiro que escapaba de sus labios analfabetos. Al poco sufrir sus tallados, la expresión ya serenaba al interior; pero este aún admiraba impabido, la entrega a la emoción de su trsotro-cara. Las manos le temblaban, en una lucha intespestuosa, por llegar a una conclusion ideologica; el trabajado de resultado del mar lo obligaba a dar garcias al padre santo por permitirle esatr ahí, el corazon admirante le hacia sentir envidia por quienes oraban con el alma.

Meditavundo y nostalgico, humedecio su cuerpo de decepcion, en la mitad del rio, dulce a la vista, salado en escencia, y el polar bofetazo lo hizo llorar; bajo el nivel del mar se unian el hombre infame y la naturaleza incondenable, como resultado... una agridulce perspectiva de realidad.


Me has tentado mujer pefida
Me has provocado recuerdo insano
Me has mantenido mujer traicionera
me has enamorado mujer novia

caminare lejos
y me perdere entre la estrellas
compadeciendome
de todos los hombres que piensan

estoy muerto