7 de noviembre de 2007


Sobre mi, respiraba ondamente,
el aire se escapaba de su placer, y yo la tomaba
entre la miseria que sostenia nuestros cuerpos.
Jamas vi ese rostro en ella.
placer, dolor, quizas indeferencia,
me miraba con ojos provocadores;
el peso de su vientre, ya
cansaba mi vientre.

Las gotas de sudor caían lentamente, desde la piel
de la amante, dificultuosamente se enfrentaba con los gemidos,
insesantes, imparables, eternos, a su piel llegaba una mezcla ambrosia
una hiel de amor, una droga de erotico odio por la multiplicidad de realidades,


lo miraba excitada, motivada por provocaciones
prohibidas, lo oculto de su viril respiración
hacía que me perdiera entre el mapa de su pecho.
Tanta fineza en mis manos, incrustadas como garras
en su pecho debil de hombre feroz.


El sol ardía absorto de indulgencia, sobre las ideas de aquel psicopata monotono.
Desmotivado quizas por costumbre, vagaba por entre los espacios vacios que debía disputar
con el conjunto de dementes, componentes de la sociedad. Las realidades
pasaban sin sentido junto a él, le guiñaba la existencia, inistándolo a liberarse, de tanta
onírica proyección mundana. Nada lo conmovia, nada lo motivaba, nada existía.

La naturaleza le prometía un nuevo despertar, solo luego de haber dormido un sueño de
instrospección indiferente. Estaba acosyumbrada a ser ignorada por los petalos de tantos ignorante altanero, que solo daba pasos para vivir.

solo la vi... y cuando me di cuenta que me había visto, lo recorde, seguía identico... estaba un poco mas blanca, o la recuerda tan ruborosa... aún me dolían las piernas, al ser cruzadas con su mirar... y el corozan me latía, me daba cuenta por que los rasjuños en mi pecho, hacian eco de mi latir.

No hablaron solo se desearon intespestuosmente...
Se desearon por presentimiento...
Se excitaron por costumbre...
El eyaculo un poco antes...
Ella presentía un placer constante...
Durmieron mas de lo acostumbrado...
El se fue...
Ella quedo respirando ondamente...
Agotada de hacer el amor...

Esta olvidada, y no la quiero nuevamente mordiendo mi entrepierna... y esos gritos masculinos, tanta virilidad para un cobarde precoz... te llamare cuando quiera... te llamare cuando quiera.

La real realidad, se encontraba en ellos, juntos mesclaban, los mundos, los tiempos y las posibilidades. Cuando sus miradas se cruzaron, existieron de verdad. un segundo de él despues, un centimetro de ella, despues, se encontraban recordando, la forma de olvidarse.

Ector Anavalon Surita
ARMANDRAGON

2 comentarios:

Anónimo dijo...

wkjasjkasjkasjkas
ke horros me sonrroje :$
xD la kgay ke volaa xD
este no es el blog ke yo conoci xD
tay cagao de la mente enfermoh xD

t kro wm xD
nus vemo x aii :)
shay

lokillas_4ever dijo...

mmmmm....
asi ke las orejas rojas

¬¬

:p